Guardar

Guardar

Guardar

Guardar

Guardar

 

Pepe Zapiola, nuestro columnista invitado, nos comparte su mirada de los temas que surgen de manera entretenida... en el bar.

Photo source: top10berlin.com Bar 3 by dpa    

 

Estimados, me presento, mucho gusto, soy José Zapiola. Sí, igual que mi connotado tío, ese que tiene una calle por ahí en La Reina. Debo declarar que el nombre me viene de perillas dado que dentro de mis muchos talentos está una notable capacidad para observar –dicho de otro modo- soy definitivamente sapo. En esta columna les iré compartiendo episodios que me ha tocado ver y que sería de un egoísmo horroroso no publicarlos.

Es así como fui testigo de la siguiente historia hace pocos día en un bar, lugar al que frecuento asiduamente, y pude observar allí a este grupo de sujetos, tan de hoy, los que me han divertido mucho y, sin duda, he aprendido más. Estoy seguro que a ustedes les pasará lo mismo…



-Te juro la transformación digital te va a cambiar tu negocio, como te está cambiando la vida y no te das cuenta, no lo vas a creer- declara el más millennial de tres personajes que comparten una mesa

-No le estarás poniendo un poquito- le responde uno muy cuico y evidentemente más conservador.

¿De qué están hablando estos gallos de la mesa de al lado? ¡Transformación digital! Es lo que me faltaba, toparme con Luke Skywalker. Sobre todo hoy, viernes 20:30 y yo demasiado picado. Quién me manda a meterme en una cita a ciegas, qué hago esperando una tipa que no conozco. Esto por meterme en Tinder…tecnología, el lenguaje de hoy… y, para colmo, en la mesa de al lado me toca un fan. No es mi día. Y, además, me dejaron plantado, creo que una hora de espera empieza a ser como poco digno. ¡¡¡Qué lata!!!

-Entiende, la transformación digital es el nuevo lenguaje- insiste el millennial -Tú cachai que puedes tener cualquier dato, el que tú quieras…datos que se van a transformar en información definitiva para el éxito de tu negocio. No querer verlo es tontera o miopía por ser viejo- termina con una sonrisa irónica.

¡Chuuu! qué apasionado ni que hablaran de una mina. ¡Crazy!
¡Muy crazy!

-Le estás poniendo un poco- insiste el cuico -Llevo años vendiendo bicicletas, bicicletas de alta gama, lo mejor que hay en bicicletas en este país y sí, los datos me sirven. Pero, están lejos de ser los protagonistas de mi negocio. El servicio, un producto la raja, y que me conozcan son los factores de éxito. Nunca he vendido una bicicleta top line por internet, siempre es por boca a boca: “… Viste la nueva Specialized que trajo el Pancho…la s-work con cambio electrónico, increíble” -Así vendo y vendo mucho.

-Espérense un poco déjenme darles mi opinión- interviene el tercero que tiene una cara de consultor.-Tú sabes que el tema lo conozco y, si bien, no pretendo peyorizar  tu capacidad de empresario,  deberías poner oído. ¿Por ejemplo, sabes qué edad tienen los compradores de la s-work, su actividad, sus intereses en general? Toda esa información te podría servir muchísimo y aumentar enormemente tus ventas. Sin ir más lejos con sólo saber cuántas s-work se vendieron el año pasado y quiénes las vendieron, tendrías una enorme información de mercado que podría traducirse en más ventas para ti.

Eso estuvo interesante, parece que la cita a ciegas si me va a traer beneficios. Genial, nadie sabe para quien trabaja.-¡Mozo!, otro chacarero y una chela, de todas maneras me quedo, le vamos a sacar néctar a estos giles de al lado.


Bueno, amigos, a estar atentos, durante los próximos días les sigo contando que pasó. Nos vemos EN EL BAR

 

 

Guardar

Guardar